Ya hemos visto antes de lo que es capaz la materia fecal. La orina no quiere quedarse atrás y también demuestra que es capaz de generar energía, o mejor dicho, electricidad. Esto fue comprobado por los científicos de la Universidad del Oeste de Inglaterra.
La orina genera electrones gracias la respiración anaeróbica de las bacterias. Estos electrones pasan por un electrodo y generar electricidad. No es algo revolucionario, pero sería bien implementado en los baños ya que la misma orina de las personas podría alimentar con electricidad al lugar.
También podría ser útil en área con problemas eléctricos o en donde sea demasiado escaza.