Volkswagen: La historia no tiene fin
El problema con la empresa de automóviles Volkswagen parece no tener fin. Ahora, en un nuevo capítulo de esta historia, parece que varios ingenieros de la empresa, han admitido una manipulación en los datos de las emisiones de dióxido de carbono (CO2). Como defensa, han declarado que han llegado a el punto de hacer esto debido a que las metas a cumplir fijadas por el ex-presidente ejecutivo, Martin Winterkorn, eran difíciles de alcanzar en la ingeniería de estos coches.
El diario encargado de transmitir esta información, contó las declaraciones que los ingenieros operarios de VW. Al parecer, para lograr cambiar los resultados reales en los datos, manipularon la presión en los neumáticos de los vehículos, y además, mezclaron el diésel con aceite para la lubricación del motor, para lograr de esta forma que los vehículos consumieran menos combustible.
Este es un truco que comenzó a ser empleado en el año 2013 y que se extendió su uso hasta que fue descubierto por las autoridades europeas, este año.
«Empleados han indicado en una investigación interna que hubo irregularidades al establecer los datos de consumo de combustible. La manera en que esto ocurrió es materia de los procedimientos en curso», dijo uno de los portavoces de la empresa Volkswagen, el cuál rehusó a comentar el reporte del periódico que brindó la información a el resto de la prensa.
Volkswagen, declaró que había subestimado( o trucado) el uso y consumo del combustible, además de las emisiones de dióxido de carbono de unos 800.000 vehículos que fueron vendidos en Europa durante el período de tiempo que no se descubrió la trampa. Luego, prometió que pagará los impuestos y las multas adicionales que puedan cobrarse o adjudicarse a sus usuarios como resultado del escándalo mundial.
Las recientes acusaciones en contra de Volkswagen, han logrado poner en estado de alerta a la reconocida empresa automovilística, cuando la misma admitió que había manipulado las pruebas y los resultados en el caso de las emisiones de óxido de nitrógeno también en Estados Unidos.
Analistas expertos en el sector automotriz, declaran que la compañía puede verse obligada a enfrentar cargos por hasta 35.000 millones de euros (38.000 millones de dólares), debido a multas, demandas y re-acondicionamiento necesario de estos vehículos.
Se dice que la empresa está animando a todo su personal a colaborar con la investigación interna en curso, con el propósito de limpiar su imagen ante la prensa y los consumidores mundiales.
Además, promete no despedir a ninguna persona de sus instalaciones ni demandar a estas por ninguna mala conducta, ya que la empresa se responsabiliza y acepta la culpa, aunque se estima que los ejecutivos de alto nivel tendrán que rendir cuentas, debido a su alta responsabilidad sobre el caso en la empresa.
Nuevas noticias sobre el caso Volkswagen
Como nos hemos estado enterando, el problema en el cuál se ve involucrado la multinacional germana aún no encuentra su fin. Ahora, ha salido un nuevo anuncio sobre el caso que detalla información más específica sobre los modelos de coches que pudieran verse afectados.
Volkswagen, había anunciado hace ya unos meses que el número de unidades afectadas rondaban unas 430.000, pero ahora, se ha podido comprobar (por la misma empresa) que la cifra final de los vehículos afectados podría ser de casi el doble, casi unos 800.000. De todas formas, Volkswagen tranquiliza a los usuarios que puedan formar parte de esta cifra y declara que se hace responsable económicamente por cualquier inconveniente causado, así también como de posibles multas o impuestos.
El siguientes paso de la compañía, es la prevención y la supervisión en las cifras de dióxido de carbono (CO2) por parte de la Autoridad Alemana de Vehículos y Transporte Federal (KBA). De la misma forma, se podrán encontrar en páginas web nacionales, las marcas de coches que pudieran verse afectadas por el «truco» de Volkswagen.
Las páginas web, incorporarán dicha información durante un plazo de tiempo, para permitir de esta forma que todos los compradores puedan verificar sus datos, de modo que al ingresar el número de identificación del vehículo (VIN), se pueda saber si el vehículo está en la lista de los coches afectados.
Ha salido a la luz, una lista de modelos que son los que tienen mayor riesgo de haber salido afectados, entre ellos se encuentran los modelos tanto de diésel como de gasolina. La lista de modelos entre las marcas de Volkswagen son:
Audi A1 y A1 Sportback, Seat Ibiza de cinco y de tres puertas y la versión ST, así como el Toledo, el León, el León SC y el León ST.
Skoda Fabia, Fabia Combi, Rapid Spaceback, Rapid, Yeti, Octavia, Octavia Combi, Superb y Superb Combi, T6 y Caddy.
Polo, Tiguan, Jetta, Scirocco, Golf Cabrio, Golf, Golf Variant, Golf Sportsvan, Touran, CC, Passat y Passat Variant.
Europa revisa regulaciones tras el incidente con Volkswagen
Los reguladores de la Unión Europea, se reunirán el día de hoy miércoles, para proponer una revisión de las normas de autorización y regulación de los nuevos modelos de vehículos, y de esta forma poder evitar que se repita el escándalo ocasionado por las estadísticas de emisiones de la empresa Volkswagen, iniciando un polémico debate mientras los gobiernos y la industria se resisten a los cambios.
Un borrador de la propuesta iniciada por la Comisión Europea, permitiría a la UE supervisar los organismos nacionales que ahora son responsables de la aprobación de nuevos modelos y también le otorgaría el derecho para imponer multas. Además, permitirá a los países de la UE retirar autos autorizados por otras naciones del bloque si se descubre que incumplen con la regulación medioambiental previamente pactada.
Una legislación correcta de la ley, es la respuesta que la UE presenta en relación al escándalo originado en el mes de septiembre del año pasado, en el cuál Volkswagen usó un software para tratar de engañar a los reguladores de emisiones de CO2 en Estados Unidos.
El acuerdo busca reformar las actuales reglas para la autorización de los organismos nacionales y poder revocar las licencias, aunque puedan venderse a lo largo del bloque. Hasta el momento nunca se han aplicado castigos en la Unión Europea, y esto es algo que los críticos ven como una señal de colusión.
«Tras el estallido de este escándalo, se han hecho llamamientos a la Comisión para que refuerce el sistema de aprobaciones, en particular asegurando mecanismos adecuados de supervisión.
Las divergencias sustanciales en la interpretación y aplicación de las normas conllevan el riesgo de minar la efectividad del sistema y por ello de los principales objetivos de asegurar la seguridad y la salud de los ciudadanos y la protección del medio ambiente», añadieron algunos representantes portavoces de la Comisión Europea.
Cualquier esfuerzo para aumentar el área de acción del Ejecutivo de la UE probablemente afronte una dura resistencia de parte de algunas organizaciones y gobiernos, especialmente desde países euro-escépticos tales como Reino Unido.
Alemania ha intervenido repetidamente en el proceso legislativo de la UE para lograr concesiones ya que la industria de vehículos es considerada vital para su economía. Las nuevas propuestas no llegan a crear un regulador independiente para la UE, en línea con la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos que descubrió el escándalo de Volkswagen.