A pesar de la falta de atención por parte de los medios masivos de comunicación, la contaminación del aire es uno de los grandes asesinos de nuestra época, y de hecho cada año causa más muertes que la malaria y el SIDA combinados. Incluso cuando no resulta ser mortal, la contaminación del aire ciertamente afecta la calidad de vida de las personas, convirtiéndose generalmente en problemas de salud tales como el asma, el cáncer de pulmón, enfermedades del corazón, entre otros. La verdadera solución a este problema es obvia: eliminar las fuentes de la contaminación para favorecer a la ecología, al menos las fuentes de origen artificial o creadas por el ser humano (aquí no entrarían los volcanes ni fuegos de bosques generados por tormentas eléctricas). Hasta que logremos cortar el problema de raíz, habrá que seguir protegiéndonos, y recientemente se ha descubierto un método muy llamativo de estar protegidos frente a la contaminación del aire.
Un estudio reciente donde participaron casi 2000 personas ha indicado que las estatinas, fármacos que son recetados a quienes poseen elevados niveles de colesterol, tienen un beneficio secundario que nadie se esperaba. El Dr. Norman Edelman de la American Lung Association dice que las estatinas protegen a nuestro organismo ante la contaminación del aire, principalmente a los pulmones y al corazón.
El informe indica que las personas que toman estatinas están menos relacionadas con los problemas que suele acarrear la contaminación del aire, mientras que ocurre lo contrario con quienes no consumen estos fármacos. Un estudio de 100 personas realizado por la Universidad de Michigan arrojó resultados similares hace tiempo, y otro de casi 6000 personas también llegó a conclusiones similares.
Todo apunta que las personas que toman estatinas no suelen sufrir las inflamaciones que por lo general puede provocar la contaminación del aire en el cuerpo.