¿Acaso creías que la peste bubónica era historia del pasado? Pues no, y si no tenemos cuidado podría darse una nueva peste negra como la que afectó a Eurasia hace varios cientos de años, matando a 25 millones de personas en Europa y a unos 50 millones de personas en Asia, aproximadamente. Hace pocos días, en Yumen, China, un hombre murió por un caso de peste bubónica, lo cual ha llevado a las autoridades a tomar medidas preventivas para evitar que la situación empeore, y a su vez ha disparado las alarmas internacionales. Una ciudad entera ha sido puesta en cuarentena para evitar que la peste pueda propagarse, lo cual tendría efectos devastadores en un país tan poblado como China. El hombre que murió se contagió la enfermedad luego de toparse con un animal muerto que llevaba el virus. Actualmente unas 30.000 personas en Yumen han sido puestas en cuarentena y nadie tiene permitido salir de la ciudad y por supuesto tampoco entrar en ella.
Diversos bloqueos han sido colocados en el perímetro de la ciudad y la televisión nacional de China dice que el tráfico ha sido desviado. La ciudad cuenta con provisiones suficientes para que todos los habitantes puedan sobrevivir durante un mes, y en caso de terminarse las autoridades tendrían que realizar envíos de suministros. Hasta el momento nadie más ha mostrado síntomas de estar contagiado, aunque unas 150 personas que estuvieron en contacto con el hombre en las últimas semanas han sido colocadas en aislamiento.
Los científicos temen que otra peste negra pueda desatarse en la sociedad moderna, aunque hoy en día la medicina está mucho mejor equipada para combatir este tipo de plagas. Aún así, un tratamiento rápido es esencial para evitar la muerte, y la persona debe recibir atención médica en menos de 24 horas desde que se presentan los primeros síntomas.