Parece que hoy en día la moda es usar excrementos de cualquier tipo para producir energía y poder usarla en todo tipo de dispositivos, vehículos incluídos.
Melody Kelemu es un estudiante de la Universidad de New York que ha encontrado una forma de obtener energía para los parques de la ciudad a partir de excrementos de perro.
El diseño incluye el uso de digestores de metano que usan una bacteria que usa al excremento a su favor, produciendo así metano.
Por ahora se trata de un diseño conceptual, así que nada de entusiasmarse.