Nuevos reportes procedentes de Estados Unidos indican que cada vez más una mayor cantidad de granjeros están dejando de lado el uso de cultivos genéticamente modificados, es decir, transgénicos. El número es pequeño, pero está creciendo continuamente.
Elizabeth Royte de The Post-GMO Economy indica que existen un número de factores que animan a los granjeros y productos a dejar de lado los cultivos transgénicos. No solamente existe una mayor demanda de alimentos para personas y animales libres de agentes transgénicos, sino que además muchos granjeros se han dado cuenta de que es posible ahorrar dinero utilizando cultivos convencionales en lugar de los modificados genéticamente.
Un productor de Iowa, Aaron Bloom, ha estado probando cultivos no transgénicos durante 5 años. Él dice que consigue una cosecha similar o mayor en comparación a cuando utilizaban transgénicos, y además logran ahorrar dinero en el proceso. Entre 2013 y 2012, Bloom ha logrado que otros 50 granjeros decidan probar los cultivos libres de transgénicos, y al parecer a todos les ha ido bien con sus cosechas.
Quienes estamos del lado de la ecología no apoyamos la producción de cultivos genéticamente modificados debido a los posibles impactos en el medio, en la seguridad alimentaria, en la cultura y también en la dependencia económica.