Una de las peores consecuencias del calentamiento global es que resulta muy dañino para los arrecifes de coral. Los arrecifes de coral son el hogar de muchas especies y una auténtica fuente de biodiversidad. Tienen un impacto directo en la salud del ecosistema océanico, pero eso no es todo, porque también son muy importantes para las poblaciones costeras, aunque no lo parezca.
El calentamiento global no solo ataca a los corales mediante la acidificación del océano y el aumento en la temperatura del agua, sino que también ataca a las poblaciones debido a que las tormentas se vuelven más fuertes (y el agua cálida es prácticamente el combustible de los tifones). Los arrecifes de coral son capaces de proveer protección a las poblaciones costeras ante la amenaza de los elementos.
¿Cómo ocurre esto? Pues es bastante simple: las olas reducen mucho su potencia y su altura al chocar contra los arrecifes. Al chocar con ellos, las olas pierden mucha potencia en su camino hacia la costa, hasta un 86% de hecho. Y en el trayecto restante hacia la costa se estima que se puede perder hasta el 97% de la potencia total, es decir que si no hubiera arrecifes muchas poblaciones cercanas a la costa estarían bajo agua.
En el caso de tormentas y tsunamis, los arrecifes de coral se convierten en una de las mejores protecciones para más de 200 millones de personas.