Hacer del hidrógeno un combustible renovable
El proyecto ganador del segundo premio en el concurso «Vivero Universitario de Promotores Emprendedores» se lo llevo un equipo de investigadores de la Universidad de Valladolid (Uva) que han desarrollado una tecnología capaz de almacenar el hidrógeno en estado sólido y liberarlo de forma rápida para su utilización como combustible, dándole aplicación en diversos sectores, como el de la automoción.
A este proyecto, denominado «HIDROWAVE», se encuentra en el grupo de Procesos de Alta Presión de la UVa, dirigido por María José Cocero, en concreto, en el trabajo del ahora investigador Ramón y Cajal Ángel Martín, quien empezó a trabajar en esta línea desde el 2011. Ahora, en estos años se cuenta con el apoyo de investigadores que se han sumado y desarrollado el proyecto, Luis Miguel Sanz Moral, Miriam Rueda Noriega y Alexander Navarrete Muñoz.
Son cada vez más los países que buscan orientarse para la producción de energías renovables, los combustibles fósiles que provocan la aceleración del efecto invernadero, por lo que la búsqueda de energías alternas que sean la mejor opción para evitar la contaminación del aire en núcleos y así evitar la dependencia de combustibles no renovables. Sin embargo, las fuentes renovables pueden presentar inconvenientes, como en el caso de las energías solares y eólicas, donde puede haber niveles de oscilación donde la cantidad energía generada es menor o incluso mayor, por lo que es bueno contar con la tecnología capaz de almacenarla en momentos de excedencia de energía.
Por lo que, la forma de solucionar puede venir siendo la generación de hidrógeno, y aunque el almacenaje del mismo puede ser dificultoso. Explica Luis Miguel Sanz Moral, “los depósitos criogénicos para almacenarlo de forma líquida conllevan una gran penalización energética y las bombonas de hidrógeno comprimido acarrean un peligro». Otra alternativa, precisa, “es almacenar el hidrógeno de forma compacta haciendo uso de compuestos sólidos que, al descomponerse por calentamiento, lo liberan, aunque el problema de esta tecnología es su lenta liberación y la necesidad de calentarlo para que ésta se produzca».
El hecho es que aplicar microondas a los compuestos sólidos que contienen al hidrógeno presenta varias ventajas, aclara el equipo de investigación: el calentamiento es más eficiente, rápido y uniforme. Se creó también que se podría aplicar a todo tipo de sistema de energía que requiera de energía de una baja penalización en peso y una alta autonomía energética.
Por los momentos la tecnología se encuentra en fase de patente tras obtener en 2013, una de las becas del programa Prometeo de la Fundación General de la Universidad de Valladolid, este programa está en la tarea de proteger los resultados de los proyectos y prototipos innovadores que sean desarrollados por alumnos de la institución académica de UVa.
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Estudiantes crean combustible renovable de etanol a partir de gaseosas
En los EE.UU. hay todo tipo de gaseosas, las gaseosas abundan y están por doquier. Aprovechando esto, un grupo de la Universidad de Oklahoma creó un combustible renovable y barato de etanol. Además la creación viene como anillo al dedo ya que se en norteamérica se ha declarado que más vehículos pueden usar combustible con alta concentración de etanol.
Según reportes, en el país se producen 2000 botellas de gaseosas por minuto, por lo tanto hay un montón de azúcar para convertirla en etanol. Los estudiantes usaron Pepsi, Coca Cola, Sprite y Mountain Dew. El proceso fue simple, ya que destilaron las bebidas y le agregaron nutrientes extras, obteniendo, luego de 7 días, una concentración aceptable de etanol.
Una estupenda sería crear una planta que transforma la geaseosa en etanol, pero esa gaseosa sería la no consumida, obviamente para abaratar costos. También sería posible hacer etanol a partir de comida y desperdicios de la agricultura.
El futuro de los combustibles renovables podría hallarse en el estómago de una vaca
Investigadores y científicos escoceses están tratando de usar las enzimas que se encuentran en los estómagos de las vacas para crear un nuevo combustible renovable.
Las mencionadas enzimas son capaces de descomponer vegetales y plantas resistentes rápidamente y los investigadores esperan poder usarlas para convertir plantas y árboles resistentes en un nuevo tipo de energía ecológica. Mediante la descomposición de plantas resistentes por parte de las enzimas se puede ser creada una fuente de energía alternativa.
Además de combustible, el proceso podría ser utilizado en otras reacciones químicas.