¿Cuántas veces nos han dicho que debemos dejar las luces apagadas cuando abandonamos una habitación o cuando no las necesitamos? Probablemente muchas veces, y parece que lo mismo le ha ocurrido Chintan Shah, alumno de una universidad de Países Bajos y diseñador de un sistema de iluminación que podría cambiar el mundo.
El sistema de alumbrado público de Shah cuenta con una interesante incorporación: sensores de movimientos. De esta forma, cuando nadie está cerca, las luces reducen el consumo de energía al 20%, gracias a lo cual se ahorra un 80% de energía, además se reduce la cantidad de CO2 emitido, bajan los costos de mantenimiento y se beneficia a los amantes de las estrellas con una menor cantidad de contaminación lumínica.
Las lámparas LED que componen el sistema son capaces de avisar las unas a las otras cuando alguien cerca mediante una comuniación wireless, la misma que pueden usar para informar a una central sobre una falla en algunas de sus compañeras. Gracias a esto último es que se abarata el mantenimiento ya que el personal sabrá el lugar exacto de la falla e irá en el momento justo.
Es bueno ver que los avances de la tecnología son aplicados también a la ecología.