Juma, era el nombre del jaguar mascota del primer Batallón de Infantería de la Selva, el cual participaba en la ceremonia del paso de la antorcha olímpica en la Ciudad de Manaos, capital del estado brasileño de Amazonas. El felino fue abatido con el fuego de las armas de la infantería presente en la ceremonia, luego de que se vieron en el predicamento de que los dardos tranquilizantes disparados al jaguar no lograban adormecer al animal.
El informe del Ministerio de Defensa brasileña indican que las medidas fueron tomadas debido al ataque de Juma contra un soldado, y tras la resistencia que opuso el jaguar a los dardos tranquilizantes, informan que no tuvieron más remedio que abrir fuego en contra suya.
El suceso se dio lugar después de la finalización de la ceremonia, cuando Juma se escapó durante un traslado, para que luego se vieran sus intenciones de atacar a su cuidador. La muerte de Juma a levantado una fuerte polémica, provocando que miles de personas generen criticas por medio de las redes sociales. Son más de 25.000 personas las que han apoyando una declaración bajo el lema “Justicia para Juma”.
El jaguar forma parte de la lista de especies en peligro de extinción desde el 2003, y se trata del mayor felino del continente americano, que vive libremente y que cuya población se encuentra esparcida por América. La especie se puede encontrar repartida por todo Brasil, pero es sobre todo en el estado de Amazonia donde se encuentra una mayor concentración dentro del territorio.
El comité encargado de la organización de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, se ha disculpado por el incidente a través de su cuenta de twitter. “Fue un error el permitir que la antorcha olímpica, símbolo de paz y unidad entre los pueblos, fuera mostrada al lado de un animal salvaje encadenado“, escribió Río 2016.
«Estamos muy tristes por lo que ocurrió después del paso de la antorcha», ha continuado, antes de concluir garantizando que «no se verán situaciones similares durante los Juegos de Río 2016». Cerca de 90.000 personas se han sumado, hasta el momento, a una petición en la plataforma Change.org en la que se exige «justicia» para el animal que, en palabras del impulsor de la iniciativa, «fue sacado de su hábitat natural para servir de imagen de los patéticos Juegos Olímpicos que solo generan pérdidas a Brasil». «Una actitud irresponsable que se cobró la vida de un animal inocente», añade.
El Comando Militar de la Amazonia (CMA) ha recibido una sanción debido a que ellos no contaban con los permisos para que Juma fuera exhibida en ese acto publico. El Instituto de Protección Ambiental de Amazonas (IPAAM), que es el encargado de autorizar la participación de animales en eventos públicos, ha declarado a través de su oficina de prensa que el permiso para ese evento estaba a nombre de otro jaguar, un macho llamado Simba, por lo que la CMA podría enfrentarse a una multa de hasta cinco millones de reales.
El coronel Luiz Gustavo Evelyn, de la CMA, cuenta la historia de como Juma, al igual que la de los otros 10 jaguares, viven con el ejército brasileño. «Son rescatados de su cautiverio, después de haber sufrido malos tratos y los atiende el equipo de veterinarios de nuestro complejo militar», relata.
En memoria de su compañero perdido, el personal militar ha difundido imágenes con Juma y manifestaciones de pesar. «Hemos pedido un guerrero».
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