Es un hecho que la ecología puede ser aplicada en los lugares menos pensados. Ya hemos visto proyectos de todo tipo, desde sendas para bicicletas formadas por paneles solares hasta estupendos hornos que cocinan nuestra comida gracias a los rayos del sol. Hace ya muchísimo tiempo vimos un concepto bastante llamativo que consistía, básicamente, en aprovechar la energía cinética que generaban los niños en los parques. Esta energía podía ser convertida en electricidad para alimentar casas y otras estructuras. Uno de los principios fundamentales de la sostenibilidad es la elección de fuentes de energía que tengan un bajo impacto medioambiental, y lo cierto es que existen varias fuentes de este tipo. Si bien generalmente pensamos en la energía solar y en la energía eólica, nos estamos olvidando de algo muy importante.
Nuestros cuerpos poseen la habilidad para generar energía a través de nuestras propias actividades físicas, como por ejemplo correr, caminar, andar en bicicleta, y básicamente cualquier ejercicio cardiovascular. Con esta idea en mente, la British Great Outdoor Gym Company ha creado lo que ellos han llamado «Green Heart» o Corazón Verde en español. Se trata de la primera red de gimnasios al aire libre que cuenta con un sistema que es capaz de convertir nuestras calorías quemadas en energía limpia. La energía que es producida por las personas mientras se ejercitan entra en una red de energía local, de forma que los ciudadanos podrán ahorrarse algunos billetes en la factura de la electricidad. Los aparatos y máquinas de los gimnasios se recargan durante la noche, por supuesto gracias a la energía generada por las personas durante el día.
Ciertamente se trata de un proyecto bastante prometedor que posee varias ventajas para el usuario, ya que le permite hacer ejercicio y a la vez ahorrar algo de dinero y contaminar un poco menos.