Los océanoss antárticos consolidad una cuarta parte de los océanos que constituyen el planeta, pero a pesar de esto, representan una gran ayuda en la lucha contra el dióxido de carbono (CO2), pues representan una eliminación del 40% de el CO2 que es absorbido por los mares y océanos del planeta.
Este efecto retrasa significativamente la expansión del dióxido de carbono que es producido por el ser humano. A pesar de que no todo el CO2 es eliminado debido a este efecto, si lo es gran parte del mismo, y el medio ambiente se defiende de forma natural gracias a este método muy eficaz.
En el año 2005, los científicos hicieron pruebas y demostraron que la capacidad de absorción de los océanos había disminuido mucho, pues estaba saturada. Pero nuevos estudios han demostrado que de una forma casi inexplicable, esta capacidad ha vuelto casi a la normalidad, y hoy en día, su mayor poder se encuentra en los mares antárticos, los cuáles están absorbiendo mucho más CO2 que cualquier otro.
Según los nuevos estudios, las causas que pueden haber contribuído a la recuperación de los océanos, sobretodo del antártico, son los vientos y las bajas temperaturas. Al parecer las bajas temperaturas contribuyen a la absorción de CO2 permitiendo que sea posible a las aguas absorber más y mas rápido el dióxido de carbono.
Si bien los océanos son una gran fuente natural de eliminación de CO2, no lo son del todo, pues luego de un tiempo el dióxido de carbono que absorben es expulsado a el ambiente nuevamente, aunque una parte se elimina, la otra se devuelve. Este proceso igualmente es beneficioso, pues retrasa y enlentece lo que puede llegar a ser un nivel de CO2 avanzado en el medio ambiente, lo cuál es perjudicial para el planeta entero.
La Tierra tiene sus recursos para luchar contra el cambio climático y este es uno de ellos, pero no puede sin ayuda. El ser humano es el grán responsable de el aumento del efecto invernadero, gracias a el afán de conseguir recursos de la Tierra y a querer aplicarlos con las nuevas tecnologías. Ahora es deber nuestro cambiar lo que hemos producido.