Tan pronto se anunció que Brasil sería la sede del Mundial 2014, enseguida el tema de la ecología y del medio ambiente fue puesto sobre la mesa. Sin demora se decidió que la mascota del torneo tendría que llevar un nombre relacionado con el tema, y al final el escogido fue Fuleco (viene de fútbol y ecología). Eso no es todo: Fuleco está basado en un armadillo sudamericano que actualmente se encuentra en peligro de extinción.
Brasil es uno de los países con mayor biodiversidad del planeta TIerra, ya que posee un territorio extenso y además selvas sumamente densas. Se estima que entre la flora y la fauna hay aproximadamente 4 millones de especies distintas en territorio brasileño, por lo tanto se busca que el cuidado de la naturaleza esté presente por doquier.
Brasil ha sido criticado por la construcción de ciertas carreteras, algunas creadas especialmente para el nuevo evento. Dos carreteras en particular que se ubican al sur del país provocaron importantes cambios en la región, ya que fueron destruidos muchos hábitats naturales en el proceso.
Todos los viajes aéreos que se producirán con motivo de la Copa FIFA 2014 producirán más de 2,7 millones de toneladas de CO2, es decir dióxido de carbono, uno de los principales gases responsables del efecto invernadero. En otras palabras: solamente en un mes (tiempo que durará el evento) se producirá por viajes aéreos la misma contaminación que producen 560.000 automóviles en un año.
Federico Addiechi de la FIFA indicó que se están tomando todas las medidas posibles para tratar de contrarrestar el impacto negativo hacia la ecología y la naturaleza todo lo posible. A través de los financiamientos ecológicos se espera que se realicen proyectos de reforestación, de granjas eólicas y de centrales hidroeléctricas, entre otros.
¿Qué opinas sobre el Mundial de Brasil 2014 y su relación e impacto en la ecología y la naturaleza?