El gobierno Vasco, o por su denominación cultural española «Euskadi», depende de una cifra muy elevada de recursos energéticos, los cuáles son mayoritariamente fósiles. Se estima que es tan grande la dependencia hacia estas fuentes de energías contaminantes, que la cifra ronda en un 90%.
Debido a las políticas energéticas de Euskadi, las cuáles se vienen desarrollando e implementando hace mas de 30 años, el sistema vasco cuanta con muchas opciones energéticas, como en el tipo de energías utilizadas en diversas vías de entrada y salida. Una red de contactos planificada, la cual posee numerosas interconexiones en toda Europa, lo que permite a Euskadi generar un tipo de energía de calidad y competitiva.
El objetivo para próxima década, será lograr una mayor sostenibilidad energética de fuentes limpias, en lo cual el sector vasco será pionero. Se deberán desarrollar actuaciones clave de parte de la administración general del país vasco, lo que permitirá lograr una menor dependencia de los derivados del petróleo o energías contaminantes, mediante soluciones nuevas de ahorro y eficiencia energética, con dependencia a fuentes limpias y puras de energía en edificaciones de acceso público, edificios consumo mínimo para las nuevas infraestructuras, sustitución de los derivados del petróleo en el transporte público y los vehículos, y la implementación del uso de las energías renovables a las cuáles se tengan acceso, ya sean autóctonas o exportadas.
Mediante esta nueva implementación del Decreto de Sostenibilidad Energética, el Gobierno del País Vasco asume objetivos emprendedores de ahorro energético y reducción del consumo de energías no renovables para todas sus instalaciones con una clara intención de administración y de ejemplo en este aspecto para toda la sociedad española en su conjunto.
Lo que se está esperando lograr, es una reducción en un 25% del consumo de sus energías, y además de eso, lograr una dependencia cada vez menor de las energías contaminantes, de esta forma, se podrá avanzar en tecnología, infraestructura y recursos cada vez más limpios y numerosos. Por ahora, el plazo que se ha propuesto el País Vasco, es de lograr este objetivo antes de la culminación año 2025. Es una apuesta arriesgada y sin referencias, ya que Euskadi es pionera en este asunto, pero, con el esfuerzo y la ayuda de parte de la sociedad Vasca, este objetivo es altamente alcanzable y posible.