Las acciones de una persona pueden significar mucho si estas se hacen con buenas intenciones, y las intenciones de Robert Bezeau significan mucho para los demás, para la naturaleza y sobre todo para él. Robert es del tipo de personas que aprecia a la naturaleza y que sin duda odia la basura por la que es cubierta.
Robert Bezeau es originario de Montral, Canada, quién después de tomar una decisión se acabó por mudar a Bocas del Toro, Panamá, ya hace varios años. Con su llegada a Bocas del Toro se topó con una realidad bastante horrible, observo como los pueblos y las playas de la provincia, estaban bajo una cantidad impresionante de basura. Veía como la basura dañaba la bella vista del lugar y a la vez afectaba la vida de los animales.
Dicha situación hizo de Robert querer hacer algo al respecto, por lo que desde el 2012, él ha encabezado el programa de reciclaje de Bocas del Toro, donde, con la colaboración de algunos voluntarios y trabajadores de medio tiempo, se pusieron manos a la obra y se encargaron de la limpieza de las playas y de los pueblos.
Luego de recolectada la basura y antes de mandarla al único vertedero de la zona o para proceder a incinerarla, ellos apartaron los materiales reciclables, y vaya sorpresa la que se llevaron al contar el número de botellas acumuladas. Robert comenta que “Desde 2014 he recogido un millón de botellas de plástico. Estuve mucho tiempo pensando qué hacer con ellas hasta que un día me vino la inspiración».
Ahora, en la provincia de Bocas del Toro, los residentes y turistas pueden disfrutar del aire fresco y de una vista hermosa gracias a que ya no los invade la basura. Además, lo que luego hicieron con las botellas es lo que más impresionante del caso, porque lo que tenía planeado para estas, el señor Bezeau, sería nada más y nada menos que el construir una aldea.
De esa idea, nació el proyecto de la Plastic Bottle Village, una eco-aldea construida a base de botellas plásticas, las cuales están estrechamente atrapadas en una jaula de malla de alambre que esta unida a una jaula de barras de acero de refuerzo y cuentan con un recubrimiento de hormigón para que las botellas no entren en contacto con la luz del Sol.
Por la forma de construir de las casas, aseguran que son resistentes a los terremotos, nos brinda la oportunidad de ahorrar energía (ya que los hogares usan el aire en las botellas como un aislante del calor), cuentan con ventilación natural (evitando la acumulación de moho, hongos y humos), las casas están equipadas con su equipo anti-incendios (utilizan tubos PVC colocados en la parte superior de las paredes, que tienen agujeros mirando hacia abajo dirigiéndose a las botellas de plástico) y prometen que en caso de un tsunami (no cuentan que las casas vayan a soportar tal evento), explican que como las botellas flotan en el agua, “si hay un gran volumen de botellas plásticas dentro de una jaula, podrían soportar cargas mayores y de este modo salvar muchas vidas después de un tsunami.
Todo esto, gracias a las acciones de Robert Bezeau y su equipo han devuelto la apariencia paradisiaca a la provincia de Bocas del Toro.
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