Limpiar la contaminación es un poco más sencillo de lo que parece en algunas circunstancias, solamente se necesitan usar los productos y herramientas adecuadas para poder hacerlo. Recientemente, el joven Samuel Burrow de 16 años ha dado con un método que permite limpiar la contaminación utilizando productos cotidianos. El método de Burrow propone el uso de pantalla solar y lápices, dos cosas muy comunes como ya decíamos. Este joven ha logrado crear una sustancia blanca que consiste en una mezcla de dióxido de titanio y óxido de grafeno, la cual puede ser aplicada como si fuera pintura tanto en superficies interiores como también en exteriores. Se trata de una solución fuerte, eficiente y por supuesto barata, ya que los «ingredientes» usados son bastante comunes a decir verdad.
El dióxido de titanio posee grandes propiedades oxidantes cuando se expone a los rayos UV del Sol. En este proceso, los electrones son liberados para crear radicales libres, los cuales son capaces de destruir las partículas contaminantes con las que entran en contacto, y eso incluye óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos. Si bien ya existen métodos que usan el dióxido de titanio para combatir la contaminación, son bastante caros y difíciles de aplicar, cosa que no ocurre con este desarrollado por Burrow.
Burrow dice que la idea original era mejorar las propiedades del dióxido de titanio, creando a su vez una pintura barata y fácil de aplicar que cualquiera pueda utilizar en cualquier lugar para combatir la contaminación. La pintura es capaz de destruir los agentes contaminantes siempre que haya luz solar UV presente.
Como podemos ver, cuando la ecología se combina con la ciencia sin dudas se pueden lograr maravillas y surgen toda clase de alternativas para combatir la contaminación.