Vivir rodeados de botellas de cerveza. Esta sola idea genera entusiasmo en muchos de nosotros. La cerveza es la tercera bebida más consumida del planeta, esto quiere decir que quedan miles de envases vacíos en la basura año tras año. Pero… ¿pensaste alguna vez que podrían ser la base de una construcción? Pues un joven de la ciudad de Chongqing en China lo hizo realidad: reunió un total de 8500 botellas vacías de cerveza y las resignificó.
Li Rongjun, el autor de la oficina hecha de botellas de cervezas, finalizó sus estudios de arquitectura en la Inner Mongolia University of Science and Technology. Si bien ya había trabajado para varias empresas constructoras sintió que era hora de volcarse a una tarea más creativa y decidió hacer de su sueño una realidad.
Trabajó durante 4 meses con la ayuda de su padre y creó una estructura sumamente resistente y segura. Se valió de 40 capas de botellas instaladas en fila. Además utilizó piedras y cemento para unirlas de manera uniforme.
Su padre lo acompañó en este proyecto desde el inicio: “de chico Li fue muy independiente. Aunque pertenecemos a una familia de pocos recursos, cuando él se propuso construir la casa de vidrio le di todo mi apoyo”.
Algunos arquitectos consideran que la oficina podría considerarse toda una creación artística, pero no un producto para su comercialización. Tang Zhe, un arquitecto con una empresa de diseño local en Chongqing, asegura que su estructura de botellas no estaría realmente preparada para soportar, por ejemplo, un segundo piso. “Si se construyera encima, la oficina colapsaría”, dijo Tang.
A pesar de las críticas, Li Rongjun está más que satisfecho con su trabajo y cree que será un importante insumo para su desarrollo como profesional. A decir verdad, una de las razones por las que Li se lanzó a construirla fue para difundir su trabajo y, por supuesto, para atraer clientes. De hecho, esta casa no sólo destaca por su resistencia y su larga vida útil sino también por su estética. Por la noche, la oficina se ve tan llamativa como de día y no es casualidad. La estructura tiene casi 28 m² lo que garantiza que será un espacio más que apetecible para ofrecerse a los compradores.
Li afirma “quería construir una oficina artística y útil que me sirviera como carta de presentación para futuros negocios”. Además considera que no importa tanto si le va bien o no. En todo caso, lo fundamental es darle una oportunidad a su gran sueño.
En la actualidad, Li tiene la expectativa de abrir un estudio de diseño y montar su propio negocio.Incluso sus vecinos están contentos con esta creación fascinante. ¡Excelente trabajo!