Como es normal, en nuestro hogar tendremos baterías. Todas ellas cumplen una función muy util, pues les permite el funcionamiento a varios de nuestros objetos de uso diario, tales como ratones de PC, mandos, controles remotos, etc. Pero, ¿que ocurre cuando se nos acaba la vida últil de la batería? ¿Hemos pensado que quizá tengan una segunda oportunidad?
Bluelife Battery es un proyecto del tipo «starup» que nació en el 2012 precisamente con esta idea, de que las baterías pueden tener una segunda vida. Los creadores de el proyecto, tienen la mentalidad de que el uso correcto de la distribución energética es la base fundamental de el concepto de energía sostenible. La labor de la empresa, es la regeneración de baterías «muertas», además de la colaboración en mantenimiento para vehículos híbridos y eléctricos.
La tarea de regeneración de la vida de las baterías, requiere de mucho sacrificio y presupuesto, ya que solamente en ese objetivo se invierte aproximadamente un 60% de el presupuesto re-invertido. Los creadores de esta idea esperan poder usar las baterías regeneradas para su implementación en algunos proyectos renovables que posee la empresa, como por ejemplo el almacenamiento de procesos eléctricos y bloques modulares.
La expansión de la empresa, comenzó desde el 2013, y en este año 2015 ya poseen más de 15 centros abiertos. Alfredo Omaña, Director Ejecutivo de la empresa, explica que la rentabilidad de este proyecto es muy grande, al igual que el de los proyectos «verdes» en general, ya que en todos ellos se busca cuidar a el planeta, o al menos protegerle un poco, beneficiando de esta manera a la sociedad en general en muchos aspectos, como lo económico, lo laboral, la salud y hasta el medio ambiente.»Este es el objetivo en común y por lo cuál se suele tener mucho éxito en esta clase de emprendimientos», explica.
Rodrigo Gómez y Alfredo Omaña son los fundadores de este exitoso y visionario proyecto, del cuál hay grandes expectativas a nivel mundial.