Recientemente, durante la edición 2015 de la Joint Statistical Meetings realizada en la ciudad de Seattle, el director de la oficina de División de Población del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, John R. Wilmoth, dio a conocer un alarmante reporte sobre el pronóstico demográfico de la humanidad.
Hoy en día hay aproximadamente 7300 millones de personas en el mundo, y esa cantidad aumentará a 9700 millones para el año 2050 y a más de 11 mil millones para fines de este siglo. El crecimiento de la población seguirá a un ritmo muy grande a no ser que se dé un caso de caída en la fertilidad en varias regiones africanas que están aumentando su población rápidamente.
Si bien las proyecciones demográficas no pueden ser siempre 100% exactas, se estima que las cifras del reporte tengan un 95% de probabilidades de ser acertadas.
Un gran crecimiento de la población tendría serias consecuencias para el planeta y las personas: los recursos se volverían más escasos, habría más contaminación, crecería la mortalidad infantil y maternal, crecería el desempleo y la pobreza, decaería la calidad de los sistemas de salud, educación y la infraestructura, entre otros.
Wilmoth dice que en Estados Unidos la población crecerá aproximadamente en 1,5 millones de habitantes cada año durante el resto del siglo, lo cual llevaría la población del país hasta los 450 millones para el año 2100.
El mayor crecimiento de la población se dará en África: en este continente viven 1200 millones de personas hoy en día, y esa cantidad podría incrementar a 3400 millones para el año 2100. Asia conservaría el título del continente más poblado, aunque su ritmo de crecimiento sería menor al de África, aumentando la población en unos 800 millones más para fines de este siglo.
Y eso no es todo, porque el crecimiento de la población en países pobres de África creará grandes problemas políticos y sociales para los gobiernos de turno.