Carbon Engineering es el nombre que recibe una nueva iniciativa de British Columbia, y que por cierto tiene grandes planes para nuestro planeta. Bajo la dirección del físico David Keith, Carbon Engineering tiene el objetivo de construir una planta industrial que sea capaz de capturar el dióxido de carbono directamente desde el aire. Pero cabe mencionar que no está sola: Global Thermostat en New York y Climeworks en Suecia son otras iniciativas con objetivos similares.

Nuevo proyecto pretende absorber los gases del efecto invernadero

 

Lo que todas estas compañías están buscando es un futuro más verde a través de la captura de los gases que causan el efecto invernadero. Estos gases posteriormente serían convertidos en combustibles que representan una menor amenaza para el medio ambiente. Estas compañías han llamado la atención de varios inversores poderosos, quienes les han dado lo necesario para dar comienzo a los proyectos.

El problema con estas iniciativas es que la tecnología no es nada fácil de comercializar hoy en día. De hecho actualmente no hay nadie que le esté pagando a una compañía para extraer el dióxido de carbono del aire. El dióxido de carbono podría ser vendido a compañías fabricantes de refrescos o por ejemplo a invernaderos para el crecimiento de la plantas, aunque la idea principal es llevar a cabo una fabricación en masa de un combustible sintético menos dañino que los derivados del petróleo.

Carbon Engineering opina que la energía solar y la eólica son geniales para obtener electricidad para estructuras, pero no creen que lo mismo se pueda aplicar al transporte. La solución que proponen implicaría utilizar un combustible de menor impacto ambiental, y creen que será algo indispensable dentro de 20 años cuando el petróleo comience a volverse más escaso.

¿Qué opinas sobre esta clase de iniciativas y las soluciones que proponen para tratar la contaminación del aire?