Debido a las constantes lluvias e inundaciones que han ocurrido en el norte de Chile develaron el problema de seguridad actual que existe en los relaves mineros, ya que estos relaves (depósito de desechos tóxicos) son extremadamente peligrosos para la vida humana. A pesar de todas las consecuencias que esto trae al planeta ciertas compañías como Antofagasta Minerales, Codelco y Anglo American están pensando en la posibilidad de arrojar estos desechos al fondo del mar a través un túnel submarino, sin tomar conciencia de que esto afectara directamente a los sistemas marinos de la zona. Estas empresas pensaron en esta medida como alternativa de no poder construir tranques (obras de contención de relaves) en la zona central del País.
Para prevenir esta situación de forma pública y legal, un grupo de senadores liderados por Antonio Horvath, han presentado un proyecto de ley donde prohíben la descarga de desechos tóxicos proveniente de los relaves mineros en el mar.
Se han hechos grandes esfuerzos para salvar el ecosistema marino para que lo dañen de esta manera, indico el líder senador. “Hemos hecho grandes avances para proteger nuestros ecosistemas marinos y la actividad pesquera. No podemos permitir que este esfuerzo se pierda arrojando al mar los desechos más tóxicos de la minería, ya que el impacto sería tremendamente grave en el medioambiente y en las economías costeras”, fueron las palabras de Horvath.
Arrojar desechos tóxicos en el océano está prohibido a nivel mundial, los países como Estados Unidos y Rusia lo tienen definido en su reglas de gobierno. Según el Programa de Naciones, el arrojar desechos tóxicos al mar contamina los recursos marinos y afectan a las empresas pesqueras. Específicamente en Chile afectaría la pesca de los peces como la merluza común, el congrio, la anchoveta y otros peces.
Sin embargo en la actualidad existe un ducto que está arrojando estos desechos tóxicos al mar en la localidad de Huasco, cuyo ducto corresponde a la empresa CAP S.A., principal grupo minero siderúrgico de Chile.