Los niveles de mercurio en las capas superiores de los océanos cada vez son mayores, y se estima que son una 3,4 veces superiores en comparación a los que había cuando comenzó la Revolución Industrial. Recientemente ha concluido el primer estudio a nivel global sobre los niveles de mercurio de los océanos: miles de muestras de agua de muchos lugares del planeta Tierra fueron tomadas durante un período de 5 años aproximadamente. No es ninguna sorpresa que el ser humano sea el culpable de este alarmante crecimiento en la contaminación de los océanos, particularmente en el Atlántico Norte, donde se hayan las mayores concentraciones. Las actividades culpables son las que seguramente se vienen a la mente de todos: la quema de combustibles fósiles y la minería, principalmente la del carbón, que resulta una de las actividades más contaminantes del mundo.
Hasta ahora hemos tenido mucha suerte, ya que las corrientes oceánicas y marinas han movido el mercurio que se encuentra en las capas superiores (donde habitan la mayoría de las especies) hacia las inferiores (en donde habitan una menor cantidad de especies). Aún así, se estima que estamos cerca de llegar al punto en el cual el océano ya no será capaz de hacer eso y los niveles de mercurio en la superficie aumentarán más rápidamente. Esto es sumamente alarmante, ya que se estima que en los próximos 50 años liberaremos la misma cantidad de mercurio que en los últimos 150 años, lo cual no es nada bueno.
¿Qué se puede hacer en este caso? Dejar el carbón y los combustibles fósiles de lado todo lo posible, buscando siempre alternativas como la energía solar y la energía eólica. Reducir las emisiones de mercurio es posible, no se necesitan nuevas tecnologías ni nada por el estilo, simplemente es necesario estar más a favor de la ecología y el medio ambiente.