Un nuevo reporte de WildAid, una organización sin fines de lucro que busca reducir la demanda de productos que provienen de animales salvajes, ha indicado que la venta de aleta de tiburón en el mercado chino ha estado bajando desde hace 2 años aproximadamente. El reporte muestra que la demanda está cayendo, y los resultados coinciden además con reportes oficiales que China dio a conocer el año pasado.
En este país asiático, la sopa de aleta de tiburón es un platillo muy consumido en restaurantes de todo tipo y tamaño, y el precio de una porción puede subir hasta los $100 dólares en algunos casos. Quitar a los tiburones sus aletas es condenarlos a una vida corta y miserable, sin mencionar que además se provoca un desequilibrio en el ecosistema marino debido a todos los que mueren en el proceso o posterior al mismo. WildAid estima que aproximadamente 73 millones de tiburones mueren cada año para que los pescadores puedan hacerse con sus aletas. Los que son capturados, mutilados y devueltos al océano generalmente mueren desangrados.
WildAid realiza sus investigaciones entrevistando a las partes involucradas, y esta última no ha sido una excepción a eso. La organización ha permanecido un largo tiempo en Guangzhou para recolectar información. Guangzhou es uno de los principales punto de venta de aletas de tiburón del mercado chino. Los vendedores dicen que la cantidad de aletas vendidas se encuentra en caída y además los pescadores perciben menos ganancias que antes. Las exportaciones de aletas de Hong Kong hacia China han bajado en un 90% según se estima.
Llevar un registro de lo que sucede en este mercado es todo un desafío, ya que muchos de los productos de tiburón no son regulados ni documentados debidamente, ya sea por falta de autoridades o de leyes.