La Copa Mundial de Brasil 2014 ya ha comenzado y de seguro escucharemos todos los días algún comentario sobre ella hasta mediados del mes próximo, cuando finalice. Más de 3,6 millones de turistas de distintos lugares del mundo son esperados, y ellos contribuirán con el 50% de las emisiones de CO2 totales del evento, que equivalen a 2,7 millones de toneladas. El 50% restante correrá por parte de la FIFA y las actividades de las selecciones de cada país. La FIFA y el gobierno de Brasil están impulsando medidas para hacer que el evento sea lo más ecológico posible.
- El «Estadio Nacionál Mané Garrincha» de Brasilia es el más ecológico de todos, ya que tiene 1500 paneles solares, un sistema de recolección de agua de lluvia, un sistema inteligente de distribución de agua para los baños y ha recibido una certificación LEED Platinum, la de mayor nivel.
- Hay planes para que los 12 estadios reciban certificaciones LEED, ya sea antes del comienzo de la copa, durante la misma, o posteriormente. Debido a numerosos retrasos en las obras (algunas todavía no están listas a pesar de que los partidos ya han comenzado), varios estadio estarán recibiendo las certificaciones luego de que termine el Mundial.
- La FIFA está promocionando viajes ecológicos entre los distintos estadios y ciudades para los turistas que deseen viajar. Toda la información está disponible a través de una aplicación móvil llamada Green Passport Initiative (GPI).
- Muchas compañías y empresas se han comprometido a generar menores emisiones de dióxido de carbono, y a esta altura las emisiones ya lograron reducirse en 115.000 toneladas.
- Cabe mencionar también que el 90% del público brasilero está a favor de una Copa Mundial ecológica. Esa es una de las razones por las cuales el armadillo brasilero (en peligro de extinción) fue elegido para darle forma a la mascota oficial del evento, Fuleco.