El Departamento de Transporte de Chicago ha anunciado que muy pronto las farolas amarillas de alumbrado de la ciudad serán reemplazadas con farolas blancas más eficientes.
Con este cambio se espera que la ciudad ahorre casi $2 millones de dólares anuales además de reducir la liberación de dióxido de carbono. Las nuevas luces serán más brillantes, por lo que será un beneficio también para peatones y conductores. En total se cambiarán unas 5.000 farolas antes de fines de setiembre.
El proyecto cuenta con ayuda del Departamento de Energía de Estados Unidos.