Un equipo de estudiantes del MIT han desarrollado lo que podría ser la bombilla solar más barata jamás creada. Tiene 3 ingredientes: una botella plástica de refresco, blanqueador y un poco de agua.
¿Cómo funciona el sistema? Hay que instalar la botella en un agujero de un techo donde estará expuesta a los rayos solares. El agua ayuda a que los rayos del Sol se esparzan por toda la casa, mientras que el blanqueador mantiene el agua limpia y transparente. La botella provee una luz equivalente a un bombilla de 60 watts y dura unos cinco años.
En este momento son muchas las botellas que se están instalando en diferentes casas de Filipinas.