Afganistán, país que ha sido sacudido por la guerra, apuesta por la ecología y el ahorro de dinero al conectarse a Internet de una forma casera, ecológica e innovadora.
El proyecto, llevado a cabo por estadounidenses en el país asiático, es llamado FabFi y tiene un costo de $60 dólares. El proyecto utiliza cosas de todos los días para conectarse a Internet con una alta velocidad de navegación. Para lograr la conexión se utiliza un reflector de radio frecuencia casero que puede estar hecho de madera, metal, plástico, arcilla, piedra o de lo que se nos venga a la mente conectado a una batería de auto.